23/03/2009

“Es un Don Quijote en busca de su Dulcinea”. De este modo define el realizador Andrei Gruzsniczki a Aurel, el protagonista de su opera prima, The Other Irina. Se trata de un guarda nocturno de una tienda de Bucarest, casado con Irina, que, contra la voluntad de su marido, decide aceptar un trabajo en El Cairo. La mujer (Simona Popescu, The Death of Mister Lazarescu [+lee también:
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ficha de la película]) va a Egipto, regresa durante algunos días y luego vuelve a partir. Hasta que una llamada anuncia a Aurel que su esposa se ha suicidado. Entonces afrontará, como un moderno Don Quijote, no unos molinos de viento, ni siquiera las pirámides, sino la imagen de una mujer que aparentemente nunca conoció, además de la difícil burocracia entre ambos países.

Las apariencias de relato de espionaje - ¿Es realmente de Irina el cuerpo que regresa a Bucarest? ¿Qué se esconde detrás del silencio del cuerpo diplomático egipcio? – han conquistado al público del Bergamo Film Meeting, donde la película fue presentada en estreno mundial y obtuvo el tercer Premio del público. Pero el núcleo de esta obra, que carece de escenas espectaculares, es la imposibilidad de ver la realidad de un hombre (Andi Vasluianu, Youth Without Youth [+lee también:
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ficha de la película]), que no sólo no la acepta sino que se refugia tras una trama de conspiraciones y la dureza de la sociedad que lo rodea.

The Other Irina “habla también de indiferencia, falta de compasión”, explica Gruzsniczki, que ha sido asistente del director Lucian Pintilie (Niki and Flo). El filme fue producido por Fundatia Arte Vizuale y se estrenará en Rumanía en septiembre, distribuido por Transilvania Film. Las ventas internacionales están a cargo de Libra Film.

(Traducción del italiano)