Johannes tiene una mujer encantadora, unos hijos fantásticos, una carrera envidiable y una casa de ensueño en el pueblo donde se crió: un lienzo idílico perdido en el campo danés. Cuando la familia, proveniente de la ciudad, creía ya haber encontrado el lugar ideal, el cuadro se oscurecerá rápidamente cuando descubra que la xenofobia reina todavía lejos de la capital.

Ole Bornedale es uno de los grandes del séptimo arte danés. En su producción refulgen La sombra de la noche y Dina. Ahora nos da una nueva muestra de su buen oficio. Con esta película inteligente que trata el problema de la xenofobia latente todavía en occidente, el director regresa a la dicotomía entre el interior y el exterior y a la forma en que nos enfrentamos al resto del mundo. Una cinta impactante, que no muestra compasión con el público pero que tiene el mérito de enfrentar al espectador con sus propias contradicciones.

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