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Merzak Allouache • Director

Entrevista

Entrevista al director de The Repentant, Label Europa Cinemas de Quincena de los Realizadores del 65° Festival de Cannes.

mp4 (640x360) [47 MB]

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crítica
tráiler
entrevista: Merzak Allouache
ficha de la película
]
retratar a una serie de individuos o contar la historia de un país roto como Argelia?
Merzak Allouache: Es una ficción. A través de la historia de tres personajes, o de cuatro, pues también está ahí al que no vemos, el desaparecido, a través de este drama casi familiar, hablo del país, de lo que vivimos, de lo que pasó después y de lo que pasa ahora; Trato de relatar una historia y plantearme preguntas sin intención de retratar Argelia ni de hacer un “film tract” o un documental.

¿El arrepentido que da título a su película es a la vez culpable e inocente?
Es una víctima, como todo el mundo. Trato de mostrar a un terrorista que no sea una caricatura. Me acerco a él con planos amplios, en sus silencios, hasta sus ojos brillantes de emoción. No es tan fácil como parece. El personaje permanece borroso, interpreta, no es preciso. No sabemos si está arrepentido de verdad.

¿Por qué optó por el thriller, el suspense y los silencios en el guion?
Es una elección narrativa. La cinta está montada como un thriller, con múltiples elipsis. No se dan las claves de inmediato ni sabemos de antemano de qué trata. Mi antepenúltima película, Normal, estaba llena de diálogos entre jóvenes sin que por ello capturase la situación actual. En The Repentant me interesan más las miradas, las situaciones, las actitudes, aunque también quería conservar cierto pudor.

Usted ya había tocado el espinoso tema de la “guerra sucia” en Bab-el-Oued City. ¿Cómo abordó el asunto esta vez?
Había pasado tiempo y mi recorrido había sido un poco como los dientes de una sierra. A veces tengo ganas de hacer una comedia, mientras que en otras ocasiones adquiero un tono más grave. En esta película, me planteé cuestiones sobre Argelia, sobre su proyecto social y político, la psicología, las nuevas generaciones… No siempre tengo las respuestas pero estoy a favor de que se instaure un amplio debate. Hemos vividos cosas de tal dureza que no podemos dejarlas de lado así, en silencio: eso sería pasar a otra cosa sin solventar los problemas que han minado una sociedad. ¿Cómo hemos podido llegar a esta salvajada, a esta violencia? Cuando rodaba en ese bosque que aparece al final de la película, tan hermoso, con ese tiempo magnífico, tan verde y con esa calma, me preguntaba a mí mismo: ¿cómo hemos podido cargarnos lugares así? Argelia es un país hermosísimo, riquísimo, pero que, desgraciadamente, no termina de dar el paso que todo el mundo espera, en especial las nuevas generaciones, que cada vez se muestran más impacientes y coléricas. Con mis últimas películas, he intentado plantear estos problemas en la medida en que los medios a mi alcance me han permitido.

¿La carga del pasado es el tema principal de la película?
Tratamos de ocultar este gravísimo periodo anteponiendo el debate sobre el periodo colonial, que tampoco está arreglado. No sé lo que hay que hacer, pero creo que podemos disponer de la opción nacionalista como cualquier otro país, que podemos hablar del periodo colonial sin ocultar lo que vivimos entre nosotros. Los argelinos se mataron entre ellos sin ayuda de nadie, se masacraron, se despellejaron vivos y durante mucho tiempo. Ha habido miles de víctimas, muchos se exiliaron, otros tantos perdieron la memoria, etc. ¡Ahora resulta que todo se para y que hay que olvidar! No es posible. Esa es la única pregunta que planteo.

¿Fue fácil financiar la cinta?
No. Fue casi una autofinanciación. Puse el dinero de un premio que había ganado y no dispuse de financiación de las instituciones cinematográficas de Argelia, que rechazaron mi guion. Rodé muy rápido, en 20 días, con medios de andar por casa. Por ejemplo, me habría gustado ser más móvil, tener una steadycam. Es una película pequeña pero contaba con el dinamismo de estos actores y actrices que me empujaban hacia delante. Me sentí muy joven durante el rodaje.

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