Con el comienzo de la crisis, la propietaria de un pequeño restaurante de Alhama de Murcia decidió que su familia rodase con sus propios medios unos spots para emitirlos en la tv local (Tele Alhama). Esta publicidad se popularizó tanto que la noticia corrió como la pólvora y sus aventuras comenzaron a hacerse episodios en Internet, convirtiéndose en una serie con miles de seguidores. Ahora, Magdalena (la madre del clan familiar) corre el peligro de perder su casa. A sus hijos siempre les ha dicho que hay que luchar contra viento y marea. Por ello, pese a que la ayuda de su familia al frente del restaurante ha sido infructuosa, decide lanzarse al ruedo y dar una vuelta más de tuerca a aquellos alocados spots: rodar una película.