03/09/2005

Fidel a su legenda de heredero incorruptible de la Nueva Ola, el cineasta francés Philippe Garrel, libró esta mañana con Les Amants réguliers [+lee también:
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entrevista: Philippe Garrel
ficha de la película], proyectado en competición oficial, una demostración sin concesión de su ideal cinematográfico. Blanco y negro, única toma, rodaje en la cronología de la escritura, planos fijos no retrocediendo ante ningún límite de tiempo para una obra de 178 minutos que encanta a quienes aprecian la estética y que petrifica a los impacientes. Colocando la barra a un nivel muy alto en cuanto a la calidad formal con sus encuadres tallados y su claro-oscuro controlado a maravilla por el famoso director de la fotografía William Lubtchansky, Les Amants réguliers consigue imponer a los espectadores su ritmo lento que se armoniza con la distorsión temporal inducida por la droga consumida por los protagonistas. Ya que, como siempre en Garrel, que cuenta con más de 20 largometrajes a su activo, el relato menciona el idealismo, el arte, el atractivo de la revolución y las consecuencias de la denegación del orden social. Interpretado con sobriedad por Louis Garrel (Dreamers [+lee también:
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entrevista: Bernardo Bertolucci
ficha de la película]), hijo del cineasta, al lado de Clotilde Hesme y del seductor Mathieu Genet, Les Amants réguliers constituye un regreso al origen de esta posición irreducible de eterno rebelde: los acontecimientos de Mayo 1968.

Compuesta de cuatro partes, la película empieza por "Les Espérances de feu", la fuga del joven poeta François (Louis Garrel) que se niega a hacer su servicio militar, y su compromiso sobre las barricadas por las noches de incendios y persecuciones con los CRS que se terminan sobre los techos parisienses. Siguen "Les espoirs fusillés" y la vida en una especie de comunidad en apartamento, un mundo que se olvida en el opio, el arte y el amor libre, tentando ahogar en la vida de bohemio la desilusión de la fracasada revolución. El tercer capítulo bautizado "Les éclats d'inamertume" ve a este grupo disolverse debido a la partida del rico propietario (Mathieu Genet). François ve también desaparecer a la mujer que ama (Clotilde Hesme). Un epílogo "Le sommeil des justes", cerrará la historia con la muerte del poeta cuyas ilusiones sólo sobreviven en el imaginario. Este guión, firmado por el realizador y sus cómplices habituales Marc Chodolenko y Arlette Langmann, consigue crear un espacio autónomo para cada personaje y dar una visión muy realista de los activistas de 68 y de sus extravíos. Sin embargo, la "Garrel touch" que ya le valió un León de plata en Venecia (J'entends plus la guitare - 1991) confiere al conjunto un estilo que se niega radicalmente seducir fácilmente al público y que dividió la prensa internacional. .

Producido por Gilles Sandoz para Maïa Films y por Pierre Chevalier para Arte France Les Amants réguliers es vendido internacionalmente por Films Distribution y se estrenará en las pantallas francesas el 26 de octubre (Distribution : Ad Vitam).

(Traducción del francés)